Agro | 08/07/2022

El Senasa podría tercerizar los DNI de todos los caballos argentinos, que deberían comenzar a llevar un chip de identificación individual

LA INDUSTRIA EQUINA EXPORTA CARNES POR UNOS 50 MILLONES DE DOLARES ANUALES.

La industria frigorífica que faena caballos y exporta carne equina por unos 50 millones de dólares anuales le presentó al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y a las nuevas autoridades del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) un plan para identificar individualmente mediante un chip a todos los caballos del país. El proyecto, denominado “Sistema Realidad”, implicaría la tercerización de muchos de los controles que realiza ese organismo y podría ser aprobado en los próximos días, según fuentes extraoficiales.

En febrero pasado, integrantes de la cámara de frigoríficos UNICA, que tiene entre sus asociados a las cuatro plantas que en el país están habilitadas para la faena de caballos, se reunieron con el ministro Domínguez, su Jefe de Gabinete Jorge Ruiz, el nuevo vicepresidente de Senasa, Rodolfo Acerbi, y la directora nacional de Sanidad Animal, Ximena Melón, para presetar esta iniciativa privada, que apunta a montar un sistema de trazabilidad individual de los más de 2 millones de caballos que habría en el país. Luego de varios meses de análisis, ahora esa cámara solicitó a la presidente del Senasa, Diana Guillén, la implementación del sistema.

Desde hace décadas la Argentina ganadera discute si es necesario implementar un sistema de identificación individual de sus más de 54 millones de bovinos, pero por ahora ninguna iniciativa prosperó y se aplica un sistema de trazabilidad por lotes, en especial para cumplir con los requerimiento de la Unión Europea. Como las exportaciones de carne equina argentina tienen básicamente ese destino (en especial Bélgica), la idea de los frigoríficos es introducir un “dispositivo de identificación individual electrónico inyectable en la tabla del cuello” de los caballos, para contar con toda la información sobre el stock de caballos, conocer sus movimientos y almacenar todos los datos en Blockchain.

Como antecedente, en 2019 el Senasa dictó la Resolución 893, que generó el marco reglamentario para la provisión de équidos para faena. Allí, entre muchas otras reglas, se dispuso que “todo équido que se remita a faena debe estar identificado individualmente mediante caravana electrónica por radiofrecuencia (RFID) de baja frecuencia”. En los anexos incluso se llegó a definir con exactitud un tipo de caravana para utilizar, del tipo ‘botón’, que no sería la misma tecnología que impulsa este nuevo proyecto.

“Este innovador Sistema Realidad propone un Programa de Registro sin igual en la Argentina y en el mundo, con tecnología de vanguardia de probada experiencia en el rubro agroalimentario, de uso oficial en la Argentina, de aceptación en diversos mercados internacionales y en beneficio de las Oficinas Locales de Senasa. Asimismo, cabe destacar que el Istituto Zooprofilattico Sperimentale di Teramo, referente de la Unión Europea para cuestiones de registro de equinos, acompaña la propuesta”, declama una nota que UNICA envió a Guillén en los últimos días, y en la que le reclama la homologación del sistema.

En este esquema propuesto, la tarea de registro de todos los equinos del país y la venta de equipos sería “tercerizada” al propio sector frigorífico, que conformaría una Fundación Sanitaria específica (como existen otras que se ocupan de tareas de control y vacunación) que, a su vez, subcontrataría a una empresa proveedora de la tecnología, sin llamado a licitación ni nada por el estilo. Se trataría de la firma tecnológica Kyas SRL (fundada en 2007 por Carlos David Kupervaser), que está radicada en Concordia, Entre Ríos, y ya provee de algunos servicios para planeas sanitarios delegados por Senasa a las fundaciones citrícolas y la Funbapa patagónica.

Los frigoríficos equinos que están detrás de la iniciativa son Lamar SA e Infibra SA (Buenos Aires). Solemar (Río Negro) y Land SA (Córdoba). La mayor parte de la faena la concentra el empresario Enrique “Tito” Lowestein, de históricos buenos vínculos con el ex titular del Senasa en los años 90, Bernardo Cané, uno de los creadores de las fundaciones sanitarias de este estilo. Cané, que públicamente se ha expresado a favor de la identificación individual también para los bovinos, tiene buenos vínculos con el ministro Domínguez e impulsó la llegada de Acerbi como vicepresidente del Senasa.

Con el “Sistema Realidad” propuesto a ese organismo se abordarían, según sus impulsores, “el registro, existencias, movimiento y trazabilidad total de los individuos”, es decir del total de caballos existentes, cuyo stock exacto no se conoce. En rigor, la propia iniciativa se presenta así: “Tiene como objetivo suplir la carencia de información sobre las existencias de équidos del país, que alcanza a los organismos públicos, generando inconsistencias en la  programación de acciones sanitarias preventivas y de control de enfermedades de la especie, a la vez que dificulta la planificación de la cadena agroindustrial alimentaria de la misma”.

En este caso, y a partir de una aplicación que aportaría únicamente la empresa Kyas SRL, “se definió relevar información que posteriormente pueda ser asimilada por los sistemas del Senasa, motivo por el cual se tomará conocimiento sobre el tenedor/propietario de los équidos; si él y sus animales están registrados; fotografiar a los animales y aplicarles un dispositivo de identificación individual electrónico inyectable”.

Se desconoce el costo que este operativo privatizado podría llegar a tener para el productor o propietario de los caballos.

“El sistema de Trazabilidad Digital ofrece un amplio abanico de información de suma utilidad para los propietarios y los Organismos Públicos, ya que la misma puede mostrar lo relativo al origen, sanidad, productividad y movimiento de los animales a lo largo de su vida, hasta llegar a las plantas de faena para aquellos que tengan ese destino, se explicó desde la industria frigorífica, que también aclaró que el “transpondedor inyectable” que se utilizaría es el que fue aprobado por el Reglamento 2010/2035 de la Unión Europea, y que “identifica a cada animal con un número único encriptado que puede ser leído por dispositivos fijos o móviles de bajo costo”.

“Esta tecnología reemplaza la confección manual de documentos que se han mostrado altamente susceptibles al error humano, generando inconsistencias incompatibles con procesos de identificación, trazabilidad y calidad”, se ufanaron los autores de la iniciativa que, según algunas fuentes, estaría a punto de ser aprobada por el Senasa.

La tercerización del plan, pese a la alta cantidad de empleados que tiene Senasa, parece ser absoluta. De hecho la industria pretende crea tun Ente Sanitario y desarrollar un experiencia previa. “Concluido el plan piloto, el proyecto será presentado para que tenga alcance nacional y será permanente y obligatorio, operando según los períodos y acciones preestablecidos que estarán contemplados en los planes anuales de trabajo del Ente, quien transferirá al SENASA toda la información obtenida”, se explica.

En la propuesta, incluso, se especifica que será el personal asignado por ese Ente Sanitario o Fundación el que recorrerá los campos “ejecutando la tarea de catastro y registración a nivel de campo, en forma rápida y sencilla con un teléfono celular, y bajo la capa de inmutabilidad de la Blockchain”.